martes, 10 de enero de 2017

ESTUDIO: El acoso escolar y el ciberacoso

El acoso escolar y el ciberacoso. Lacras eternas que nunca conseguimos erradicar completamente.

Este es un tema que siempre me preocupó, por eso me documenté lo mejor que pude, recogiendo en esta entrada mis notas personales al respecto; aunque de esto nunca se sabe todo y cada caso es distinto de los demás. Es importante que todos estemos sobre aviso en lo que respecta a estas situaciones tan lamentables. Para la víctima podría suponer un auténtico infierno en vida, que podría dejarle secuelas muy difíciles de subsanar, especialmente las sicológicas. Aprendamos lo qué es, cómo prevenirlo y cómo tratarlo.




EL ACOSO ESCOLAR:

El acoso escolar o bullying es un maltrato físico o sicológico que durante cierto tiempo un menor realiza sobre otro menor dentro de un centro educativo, que se ve en un empujón, o en una zancadilla, o en una colleja que se repite, o en un insulto, o apodo, o frase peyorativa reiterada…, en cualquier cosa que resulte humillante o hiriente para la víctima de alguna manera.

La inseguridad o la timidez, la poca relación social con otros compañeros, o el pánico a todo, no suelen dejar a la víctima pensar con claridad, por lo que acabará aislándose del mundo sufriendo en silencio y soledad un tormento diario.




Además, provoca unos efectos secundarios muy negativos sobre la persona acosada, tanto físicos como sicológicos, afectando también a su rendimiento académico que suele caer en picado, y en muchos casos son muy difíciles de subsanar.

Generalmente la víctima es maltratada por otro compañero también menor que lo humilla públicamente ensañándose, y puede que incluso lo agreda físicamente. Y lo suele hacer regularmente, durante bastante tiempo, no es algo esporádico o aleatorio, va dirigido a la víctima. Y todo esto se lo hace tanto en el propio aula, como en los servicios, en el patio,… Dentro del centro la víctima no tiene escapatoria, excepto cuando hay profesores delante, aunque también el hostigamiento suele extenderse fuera del centro educativo.



Es habitual que el acosador esté acompañado de otros chicos, le gusta tener espectadores para legitimar su liderazgo, para sentirse más poderoso, quiere que lo vean todos, aunque no siempre; y suelen azuzarse unos a otros a cometer estas atrocidades, disfrutando retorcidamente con ello.



Pero lo peor de todo es que casi siempre suelen salir impunes, nadie hace nada por evitarlo; todos los demás compañeros suelen quitarse de en medio o muestran una pasividad increíble ante la trágica situación; algunos por miedo, otros porque les ríen sus crueles gracias..., típico en un acoso escolar.

Todo esto provoca en la víctima daños físicos, en algunos casos muy severos y evidentes, y daños sicológicos, que en las situaciones más extremas podrían ser casi irreparables, como depresiones profundas, miedo incontrolado a salir de casa o a conocer gente nueva, odio por el instituto y los estudios, hundirse y desconfiar de sí mismo sintiéndose inseguro… Estos son los más difíciles generalmente de cuantificar y curar.


EL CIBERACOSO:

El ciberacoso o ciberbullying es un tipo de acoso en el que las amenazas, insultos y vejaciones se realizan a través de las nuevas tecnologías. También son constantes, se realizan durante largo tiempo, y pueden verse en textos insultantes hacia la víctima, en un hostigamiento cada vez que se conecta o participa en alguna conversación, o través de fotos o montajes fotográficos manipulados que resultan humillantes de alguna manera para la víctima, o mediante reproducciones de audio o de vídeo centradas en ella con el objeto de vejarla o asustarla, de atormentarla, de desplazarla del grupo o de convertirla en el centro de atención de las burlas de los demás.



En definitiva, se intenta también hacer un daño a la víctima de alguna forma y de manera reiterada pero usando las nuevas tecnologías, de nuevo disfrutando retorcidamente con ello, ya sea a través de aplicaciones de mensajería instantánea grupal como Whatsapp, redes sociales a través de la web como Facebook o Twitter, o juegos on-line multijugador como pueden ser los juegos tipo MMORPG, los shooters, los bélicos, los sociales o similares, que de alguna forma permiten chat por texto o audioconferencia simultánea con algún programa adicional (Raidcall, Teamspeak...).

En los peores casos los acosadores suelen hacerle fotos comprometedoras, grabaciones de audio o incluso vídeos a la víctima mediante sus dispositivos móviles, sin pedir permiso, que posteriormente suelen colgar en internet para estimular la burla de todos los demás en alguna plataforma pública de fácil acceso, cualquiera que permita difundirlo entre todos los de la comunidad a la que pertenecen, o incluso hacerlo público al mundo entero para que esté reproducible para cualquiera; y esto pueden hacerlo desde cualquier red social, en cualquier web especializada de publicación de vídeos o audios a la que cualquiera pueda acceder, o a través de mensajes de email dirigidos a una comunidad concreta, o a través de programas de mensajería instantánea grupal...



Hoy en día, el daño que se puede ocasionar desde un simple móvil es brutal. Puede hundirse a una persona completamente con solo unos clics y en cuestión de segundos, y las secuelas sicológicas que se le pueden quedar a la víctima podrían ser demoledoras, y de por vida en los casos más extremos.

La proliferación y el abaratamiento de las nuevas tecnologías ha ocasionado que casi todos los menores y adolescentes tengan hoy en día algún sistema de acceso a la red, ya sea a través de un smartphone, una tableta, un portátil o un ordenador de sobremesa.

En cualquier caso, del ciberacoso nunca se está completamente a salvo, ni siquiera en su propia casa, porque la red siempre está activa, y es accesible desde cualquier parte.




¿QUÉ SE DEBE HACER ANTE UN CASO CLARO DE ACOSO ESCOLAR?

¡Informar inmediatamente! ¡Decírselo a alguna persona adulta que pueda ayudar! ¡Nunca callarse y soportar el hostigamiento en silencio! ¡Debe pararse antes de que el daño vaya a peor!




Las víctimas no suelen informar del problema desgraciadamente, solo unos pocos, y no lo hacen por miedo principalmente, pánico a las crueles represalias por parte de los acosadores, a que los tachen de "chivatos de mierda", a parecer idiotas o unos cobardes haciéndolo ante sus compañeros, a que no se les tome en serio por parte del adulto, a que sea peor el remedio que la enfermedad desde su punto de vista, un punto de vista totalmente equivocado, ahí está el problema, sus razones para no informar no tienen un fundamento de peso, pero es lo que suelen pensar los jóvenes de esa edad.

Su inseguridad, su timidez, su pánico a todo no les dejan avanzar, y van a peor cada día que pasa si no se arregla el problema de raíz.



Los acosadores casi siempre suelen actuar por los mismos motivos: o bien para conseguir algo de la víctima que no saben conseguir de otra manera que no sea hostigándolo, o bien porque sienten una envidia profunda y enfermiza ante alguna característica del niño acosado que él tiene y ellos no, al que quieren hundir por ello, y lo atormentarán sin descanso disfrutando retorcidamente cada vez que lo hacen.

Muchas veces el acosador atormenta al acosado simplemente porque se siente poderoso haciéndolo, porque cree equivocadamente que así gana popularidad entre los demás, por eso suele necesitar de espectadores para legitimarse como líder, busca conseguir más prestigio socialmente a costa del otro, porque su inseguridad propia se ve reforzada cuando somete cruelmente a la víctima, porque necesita hundir a alguien para sentirse superior. Ciertamente, el acosador no demuestra así ser más poderoso o popular, realmente demuestra ser más miserable y ruin, pero muchos jóvenes no lo ven así. Una de las cosas que más engrandece y da prestigio a una persona es el respeto y la empatía hacia los que tiene a su alrededor.

No siempre el grande acosa al pequeño o el fuerte al débil, a veces los feos acosan a los guapos por envidia, los bajitos al muy alto por ser diferente, al que consideran el "rarito" de la clase, al que viste mejor, al que tiene una videoconsola porque no los invita a jugar con él...



En cualquier caso, hay que informar del problema y tratarlo cuanto antes para evitar que el daño vaya a peor, porque se generan unos daños sicológicos muy graves en las víctimas, especialmente cuando se mantiene el hostigamiento o maltrato durante mucho tiempo en silencio. Si el acosado no se atreve a hacerlo, quizás un amigo o un compañero solidario lo haga, alguien debe informar; porque los que solo miran y no hacen nada, sin darse cuenta, están contribuyendo a que la tortura siga adelante. Informar no es ser un chivato cobarde, es ser responsable y maduro, es tener compasión por la víctima, es ser solidario, es ser el héroe valiente que defiende a los que no pueden defenderse por sí mismos. Existen casos que han sido llevados al límite, seguramente porque esperaron demasiado para decirlo, cuando ya estaba todo muy descontrolado en los niveles más extremos, con desenlaces fatales.

Quizás el problema también está en el resto que mira y no hace nada. Si todos intervinieran cada vez que viesen una escena de ese tipo reprobando la conducta agresiva del acosador, criticando su comportamiento, aislándolo de los demás, demostrando claramente que no toleran eso, informando  todos juntos del caso a un adulto al primer atisbo.., el acoso escolar se acabaría para siempre. Quitarse de en medio cuando ocurre una situación de acoso, mostrarse impasible o reírle las gracias al acosador no lo disuaden, lo hacen más poderoso y lo animan a continuar. La Ley del Silencio colectiva hace mucho daño en estos casos.

Hay indicadores observables de un presunto acoso que los profesores conocen y vigilan en las aulas, pero no es un método infalible, especialmente si los jóvenes se esfuerzan por disimularlos tanto que a veces pasan incluso desapercibidos ante sus propios padres y amigos. Muchas víctimas intentan ocultar las agresiones físicas disfrazándolas de accidentes, de golpes que se dieron con una puerta, o que se resbalaron... Y estas mentiras podrían decirlas incluso víctimas que jamás mintieron antes, el pánico les ciega.

En muchos casos, el acosador lo es porque presenta carencias severas de algún tipo, en su educación en el trato hacia los demás, o afectivas, o tiene una necesidad imperiosa de llamar la atención porque no es atendido como se merece, o su situación familiar no es muy favorable y eso lo hace rebelarse contra el mundo, o en su entorno cercano hay factores que lo incitan a la violencia porque la ven como el único medio o el más rápido para conseguir cosas, o tiene un complejo de inferioridad que lo avergüenza e intenta ocultarlo atormentando a los demás...



Cuando un niño se siente querido, cuando es educado cada día del año en su casa por sus padres, cuando es corregido con cariño cuando se equivoca, cuando es atendido y seguido en su actitud ante todo, cuando ve que se preocupan por él, por lo que siente, por lo que piensa... no suele acabar siendo un acosador en ningún sitio.


  • OBSERVACIÓN: Mi novela gratuita "La primera segunda oportunidad" trata este detalle en concreto, dentro de una historia triste y cruel, pero a la vez fascinante y emotiva, sobre un acoso escolar despiadado, y las oscuras razones que llevaron al acosador a atormentar a sus víctimas. Y es que nadie hace nada sin motivo; pero... ¿qué provoca que un chico se convierta en un acosador? ¿Por qué decide ser cruel? ¿Quién debe preocuparse de hacerle ver que su conducta no es la correcta?


¿QUÉ SUELE OCURRIR CUANDO SE AVISA A LA DIRECCIÓN DEL CENTRO EDUCATIVO QUE SE HA DETECTADO UN CASO DE ACOSO ESCOLAR?

Lo primero que se suele hacer es investigar el caso internamente en el seno del centro, con total discreción, porque no hay que olvidar que estamos hablando de menores, que están muy especialmente protegidos por la ley. Y se suele informar en detalle al inspector de referencia de dicha investigación en cuanto se detecte que no era un aviso falso o una simple broma; y a veces incluso antes de saber si llega a ser un acoso escolar realmente o no, para conocer su opinión al respecto y seguir sus instrucciones.

Divulgar información sobre el caso podría ocasionar mucho daño en ambas partes, víctima y acosador, cosa que, por otro lado, es totalmente ilegal. Los datos personales de los alumnos, y especialmente los de tipo sicológico, tienen la máxima protección por la ley.

Si se confirma que es realmente acoso escolar, se informa a los padres, tanto de la víctima como del acosador, a las dos familias, con toda la información disponible, ofreciéndoles la colaboración del centro ante las instituciones a las que se vaya a recurrir, generalmente a la Físcalía de Menores. Y además, se informa a la Comisión de Convivencia del centro y a Asuntos Sociales, porque tienen que conocer el caso, es obligatorio y necesario.

La denuncia ante la Fiscalía de Menores suelen hacerla los padres de la víctima. Y debe ser así porque no ponerla podría suponer que el acosador siga acosando, que se entienda que el acoso no es castigado y anime a otros a hacer lo mismo, y eso no se puede permitir.



El Ministerio Fiscal no suele renunciar a tramitar el expediente cuando los hechos denunciados constituyen un delito con violencia e intimidación en las personas, especialmente si no se produjo una conciliación con disculpa y reparación de daños entre el menor acosador y la víctima.

Tras finalizar todo el proceso, el juez dictará sentencia, e impondrá al menor acusado una serie de medidas a fin de que salde sus responsabilidades, que suelen ir desde la amonestación hasta el internamiento en régimen cerrado por un máximo de dos años, según el caso.


TRATAMIENTO A LAS SECUELAS DEL ACOSO ESCOLAR:

Ese daño se mitiga muchísimo con el cariño y la comprensión familiar, y el apoyo de sus amigos. No es algo que se cure a corto plazo generalmente, y no debe presionarse en ese tema, cada persona necesita su tiempo, donde el apoyo constante es vital para acelerar el proceso. No hay mejor medicina que la reconfortante calidez de la familia y los amigos para curar las oscuras cicatrices de la mente y sus miedos.



"EL ACOSO ESCOLAR ES VIOLENCIA. NO LO PERMITAS"


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Las imágenes incluidas en este artículo fueron extraídas de Pixabay, un banco de imágenes gratuitas de dominio público que ni siquiera necesitan atribución.

MÁS INFORMACIÓN:

Fundación Save the Children - España:
Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (o A.E.P.A.E. o AEPAE) :


Gracias por seguir leyéndome.

J. J. García Cózar
https://www.smashwords.com/profile/view/JJGarciaCozar (mi perfil como escritor de novelas)


Algunas notas adicionales:

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