domingo, 8 de enero de 2017

BIOGRAFÍA: Cómo me convertí en un escritor de novelas

Crónica de un escritor independiente (indie) de novelas autopublicadas


El comienzo de todo.

En tierras andaluzas se crio un chico que desde muy pequeño imaginaba mundos fantásticos llenos de dragones y otros seres sobrenaturales, criaturas inimaginables, historias de héroes y villanos.

Escribía esos cuentos con su poca habilidad de expresión de la infancia y dibujaba esos monstruos con sus lápices de colores para pasar el rato. Disfrutaba mucho haciéndolo y siempre pedía a los Reyes Magos como regalos más libretas y nuevos colores.

Casi nadie reparaba en esas historias, pero a todos les gustaban mucho sus dibujos; así que de forma natural dejó de escribir cuentos para dedicar todo su tiempo a dibujar, era su forma de impresionar a los demás.

Siempre entre relatos infantiles ilustrados al principio, le fascinaban; que posteriormente recreaba con sus muñecos: los clicks de Famobil o su valiente geyperman. Después, rodeado sin tregua por tebeos como los de El capitán Trueno, El Jabato o El guerrero del antifaz; típico regalo de cumpleaños de sus padres, sabían que con eso triunfarían seguro. Más tarde aprendió mucho y de forma muy amena con todos los volúmenes de "La gran aventura de la historia", un conjunto de libros que trata toda la historia de la humanidad en formato de cómic, muy visual. Con el tiempo se hizo socio de la biblioteca municipal y empezó a empaparse de narrativa juvenil, con series de relatos como la de Los cinco, unos jóvenes que resolvían misterios, y novelas como Moby Dick, La isla del tesoro, 20.000 leguas de viaje submarino o El señor de las moscas.


Le encantaba sumergirse en una realidad alternativa y vivir aventuras increíbles y emocionantes en mundos imaginarios, y todo sin moverse de su silla. Realmente sentía lo que leía, y se imaginaba ser un espectador o el mismo protagonista en cada narración. Le resultaba fascinante.

Ya en su madurez, todavía seguía inventando historias en su cabeza durante años, pero no escribía ni una sola línea de texto, nada, solo les daba forma en su mente. Hasta que un día, sin saber muy bien por qué, empezó a tirar líneas sin parar, salían solas, sobre las historias que ya tenía muy desarrolladas años antes, no podía dejar de hacerlo. 

En cierta manera, siempre fue un escritor, un cuentacuentos. Cuando acabó, muchos meses después, tenía dos novelas terminadas y casi se quedó sin saber qué hacer, porque escribía por puro placer, era su pasatiempo en los ratillos libres.

Nunca pudo decirle a una persona a la quiso y admiró muchísimo que escribía novelas, la sorpresa no pudo llegar a tiempo, fue muy triste. Espero que de algún modo pueda saberlo, esté donde esté...

La historia de ese chico soñador e ingenuo era la mía.

Aún recuerdo cuando solo tendría unos 10 años y escribí un pequeño relato sobre un héroe que salvaba a un pequeño pueblo del ataque de unos dragones malvados, muy típico. Era solo un cuento infantil, con un par de hojas de extensión, escrito en una libreta lineada para no torcer los textos, me ayudaba a escribir recto, y además les añadía dibujos coloreados a las escenas.

Con el tiempo, terminé mis estudios en la Universidad de Sevilla, y actualmente estoy escribiendo novelas como un entretenimiento que me apasiona, cosa que siempre quise hacer pero nunca pude, no tenía tiempo.

Tenía dos ideas que persistían en mi mente, una novela sobre el acoso escolar en las aulas, porque era un tema muy desconocido y trágico, y quería que la gente lo conociera más de cerca, necesitaba hacerlo; y otra novela sobre cómo la vida virtual de las personas, a través de las aplicaciones y juegos sociales en internet, conseguía enganchar a tanta gente de manera radical.

Envolví ambos conceptos en dos historias que me parecieron fascinantes, llenas de sucesos emotivos que me llegaban a acariciar el alma, con personajes que enamoraban desde el primer capítulo y tramas muy desarrolladas, usando siempre un vocabulario sencillo y amigable que pudiese leer cualquier persona con facilidad. Todo estaba listo... pero únicamente en mi mente, solo tenía que empezar a escribirlo.

Me encantan las historias que siempre te mantienen en vilo, con personajes que fascinan al lector desde sus primeras páginas, que siempre aportan algo nuevo y más excitante en cada capítulo. No me gustan nada las historias que contienen capítulos de relleno que no conducen a nada, para sumar páginas. Las buenas novelas deben engancharte desde el primer capítulo y no soltarte hasta el final. Y, eso sí, el último capítulo debe ser apoteósico de alguna manera, debe hacerte pensar en la historia durante largo tiempo después de leerla y sonreír cuando lo hagas. Algo casi imposible de conseguir si se piensa fríamente, así que mejor no pensarlo demasiado y ponerse manos a la obra cuanto antes.


Mi proceso para escribir la novela.

Realmente mi forma de escribir relatos es muy simple. Se me ocurre una bonita idea, algo que me motiva, y cada día voy dándole forma, desarrollándola, madurándola, sin escribir, solo pensar, durante meses. Si persiste es porque debe ser buen material, y es entonces cuando empiezo a escribir todo lo que tengo trabajado mentalmente. Si no persiste en mi mente, simplemente me olvido de esa idea porque seguramente no sería lo suficientemente buena, o no me ilusionó o apasionó lo suficiente. Esas ideas fugaces es mejor ignorarlas cuanto antes.

Una vez que se decide escribir sobre algo, es muy importante documentarse ampliamente y con rigor sobre ese tema, para que cuando hables de él lo hagas con conocimiento y además se dé esa sensación. En mi caso, leí todo lo que cayó en mis manos sobre acoso escolar, la legislación vigente al respecto, artículos de prensa relacionados con casos reales... Y en lo referente a la vida virtual y los videojuegos, tiré de experiencia propia y de artículos publicados en foros por expertos que estudiaban la problemática actual y las distintas motivaciones que llevaban a tanta gente a no despegarse de la pantalla durante meses.

Cuando empiezo a escribir no me detengo en formatos o estilos, solo cuento cosas. Era importante para mí concentrarme solo en eso y no perder el tiempo con otras cosas que me distraían de lo esencial.

Tras muchos meses creando lo que para mí eran personajes increíbles dentro de una historia preciosa y bien desarrollada, con tramas y subtramas que se entrelazaban, y culminada con un final espectacular y maravilloso... conseguí terminar la primera versión de ambas novelas, parecía que todo estaba hecho.

Uno piensa que escribió la mejor novela del mundo, porque escribir una novela es como tener una hija, a tus ojos es la mejor de todas, la más bonita y encantadora, las más adorable, porque no puedes ser imparcial con tu creación. Además, la hiciste a tu gusto, exactamente como a ti mismo como lector te encantaría, por lo que es perfecta para ti, tiene todo lo que te gusta leer en una novela y de la manera que más te seduce.

Pero... ¿le gustará a los demás? ¿Será comercial? ¿Estará bien escrita? ¿Estará bien desarrollada? ¿Los personajes realmente enganchan o solo me lo parece a mí? ¿Estoy siendo objetivo? Seguramente la respuesta a todas esas preguntas sea: NO. En esto ayudan los lectores beta, que preleen la novela antes de publicarla definitivamente y te asesoran sobre los aspectos que ellos cambiarían.

En ese momento me hice también esta otra pregunta: ¿Por qué un posible lector elegiría mi novela entre tantísima diversidad ante sus ojos? Y es que la oferta de narrativa es impresionante, hay tanto de cualquier temática que es casi imposible que elijan tu obra; y para colmo, además, eres un escritor novel, no eres conocido, no eres nadie en ese mundillo, y ya existen decenas de autores muy buenos de cada temática. Las perspectivas eran demoledoras.


Escribo para mí, con sencillez.

Yo soy un simple y humilde escritor por vocación, para entretenerme, y difícilmente me veo encasillando mi estilo; seguramente porque no tengo uno muy afinado, ni soy muy técnico. Solo escribo lo que a mí personalmente me gustaría leer, y de la forma que a mí me gustaría leerlo; es decir, escribo novelas a mi medida, con todo lo que me gusta encontrar en ellas, perfectas para mí. Y puede que ahí esté mi error, porque no pienso en el lector final, ni en seguir un estilo concreto, soy muy caótico y muy poco teórico en eso, no sigo recetas, escribo más por instinto que por fórmula.

Cuando decido escribir algo, apuesto por lo sencillo y de la forma más natural posible. De hecho, invierto mucho tiempo en simplificar textos ya escritos, muchísimo, porque para mí es imprescindible ese detalle. Hay párrafos completos que he reescrito infinidad de veces hasta encontrar la forma más simple para describir una idea, exactamente como yo quiero, aunque antes ya lo hiciese, pero quizás no era lo suficientemente fácil o cómoda de leer y eso me frustraba.

A mí personalmente me incomoda un párrafo que tengo que releer varias veces porque no lo entendí completamente en una primera lectura, o uno que me obligue a recurrir al diccionario en varias ocasiones al utilizar palabras poco comunes para expresar una idea; es por esto que intento evitar estas situaciones en mis relatos. Pero también es cierto que hay lectores que prefieren esos textos más complejos y enrevesados, los sienten como un desafío para ellos, y les encanta aprender nuevas palabras ampliando su vocabulario y enriqueciendo su expresión. Yo apuesto por la simplicidad. Para gustos, los colores.

Cuando alguien me comenta que está leyendo alguna de mis novelas, mi primera pregunta siempre es: "¿Te está gustando por ahora?"; como dándole la posibilidad de abandonarla si su trama no lo enganchó ya desde los primeros capítulos. E inmediatamente la segunda es: "¿Se entiende bien o has tenido que releer algún párrafo varias veces para comprenderlo?". Y aquí es cuando me siento muy feliz, porque me suelen decir que se leen muy rápidamente y con facilidad, que casi se beben.

Para mí es muy importante la simplicidad, para que cualquier persona de cualquier edad y nivel cultural pueda disfrutar de mis novelas; porque busco contar cosas, solo eso. Esto ya lo comento en los primeros párrafos de las páginas web informativas del blog de cada una de mis novelas, por si alguien busca algún tipo de texto más retórico o enrevesado, para ahorrarle el disgusto y que no se decepcione, para que la abandone antes de empezarla y pueda emplear su valioso tiempo en algo de otro autor más acorde con lo que busca.

Prefiero tener solo a tres lectores, pero contentos porque han podido disfrutar de mi trabajo, que a mil descontentos con la desagradable sensación de haber perdido el tiempo con alguno de mis relatos por una mala orientación.




Mi estilo de narrativa.

Antes de definir mi propio estilo, primero tuve que aprender las técnicas básicas de escritura de novelas (es lo que tiene ser de ciencias), para lo cual necesité leer infinidad de documentación específica sobre el tema, muy accesible para cualquiera, comprobando después su aplicación real en las novelas comerciales de autores famosos de referencia que tengo en casa. Aquí aprendí su estructura característica en capítulos, el formato genérico de diálogos con incisos, los distintos tipos de narrador, el diseño básico de tramas y subtramas, la caracterización de personajes principales y secundarios, y un largo etcétera.

Una vez que consideré que había aprendido lo suficiente (nunca se sabe todo, y cuanto más aprendo más me doy cuenta de lo poco que sé) sobre la teoría de desarrollo de relatos largos, pasé a la parte práctica, donde básicamente me leí cientos de revisiones exhaustivas sobre narrativa actual firmadas por expertos profesionales; los cuales analizaban en detalles los puntos fuertes y débiles de cada nueva edición que se publicaba, argumentando cada afirmación con fundamentos sólidos, una fuente de conocimiento inagotable y muy valiosa. Es muy importante aprender de ellos, tener en cuenta sus valoraciones, apreciar sus experiencias y sacar partido de ellas. En este apunto aprendí en qué fallaban o acertaban los autores actuales, fuesen famosos o no, según la opinión de ciertos críticos muy respetados que suelen ser referencia obligada para los que empezamos en este mundillo tan complicado.


Ayuda mucho el entrar en foros temáticos de escritores (tanto noveles como consagrados), conocer sus inquietudes, compartir conocimiento y dudas, participar. Es muy habitual también leerse mutuamente relatos cortos o fragmentos de obras, accesibles desde los blogs personales de los demás autores de la comunidad, y comentar con sinceridad y objetividad, aprendiendo unos de otros, animándose los unos a los otros a continuar, escuchando posibles sugerencias, engrasando una maquinaria que nunca para y siempre puede afinarse un poco más. Y como colofón divertido, suelen proponerse desde el propio colectivo retos creativos, que no son más que pequeños juegos, divertimentos a los que muchos se apuntan cuando tienen tiempo para competir por la mejor propuesta escritora según lo que se ha pedido. Lo que sea por mejorar de la forma más amena y eficaz posible.

Con toda esa información técnica a mis espaldas, aprendida y entendida, ya estaba en condiciones de darle el formato adecuado a lo ya escrito. Ahora era el momento de perder el tiempo en estéticas, teniendo una base fuerte sobre la que apoyar los cambios, reduciendo al mínimo la posibilidad de cometer errores básicos de forma, y aprovechando los márgenes de maniobra que se me ofrecían para perfilar mi sello personal distintivo.

Y aunque todo lo tuve en cuenta, por mi forma ser era evidente que definiría un estilo distinto, no soy mucho de seguir cómodamente las estelas de otros, preferí marcar mi propio camino, a pico y pala; algo más complicado y arriesgado a priori, pero también más gratificante. Es por esto que se me puede tachar de caótico en las formas por algunas de mis particulares tendencias:
  • Uso índice y capítulos con títulos (como un libro de texto escolar). Es algo permitido, aunque no muy común (ya que se supone que una novela es de lectura continuada, sin saltos).
  • Diálogos ligeros para dar mayor dinamismo a la conversación si la escenificación previa es abundante, o densos si no se conocen intenciones en los personajes que intervienen y quiero ahorrar incisos intrusivos de narrador, generalmente usando frases adicionales para no sobrecargar los párrafos de aclaraciones que afinen las sensaciones y gestos.
  • Descripciones físicas ligeras o muy ligeras de personajes y entornos (no me gustan las excesivamente cargadas o espesas, son aburridas y animan a salir a pasear; es bueno dejar parte a la imaginación del lector, para que las personalice a su gusto y participe en la reconstrucción de las escenas). No me parece acertado, desde mi punto de vista, darlo todo demasiado masticado, porque para eso ya están las soluciones audiovisuales, que es lo que buscarán los consumidores que prefieran ese estilo ampliamente explicativo. Yo narro, cuento cosas que pasan o se dicen, y alguna vez describo... algo.
  • Frases relativamente cortas pero no excesivamente, con conectores en abundancia para facilitar la lectura de la narración y su comprensión cómoda, y signos de puntuación que ayuden a la lectura "real" fácil, con naturalidad, saltándome un poco las reglas básicas recomendadas cuando lo creo necesario, para no comprometer la fluidez del texto, evitando entrecortarlo demasiado para no entorpecer la lectura sin un motivo muy justificado.
  • Párrafos breves siempre que sea posible para que puedan verse completos en pantallas pequeñas de dispositivos de mano (móviles o lectores de libros electrónicos).
  • Cierta estructura de cuento, con moraleja y personajes muy característicos. Me gustan las narraciones que de alguna manera enseñan algo al lector (me frustran las que no me enseñan nada), que siempre deben de aportar algún tipo de conocimiento nuevo o alguna nueva perspectiva sobre algo que ya se conocía, y hacerte pensar en ello.
  • La idea principal que se intenta exponer suele estar oculta a simple vista, subyace bajo una capa espesa de momentos y vivencias de los personajes, escondida entre subtramas secundarias que se alejan de la principal pero que en ciertos momentos vuelven a confluir de nuevo en su fuente, dando origen a ideas secundarias que para algunos lectores podrían ser también ideas principales. El concepto de idea principal o secundaria es muy subjetivo.
  • Y un sinfín de cosas más... No tengo remedio.

Las primeras revisiones.

Cuando terminé la primera versión de mis dos novelas fue un momento memorable en mi vida como escritor, sentí una alegría inmensa. Ahora tocaba releerlas una y otra vez, revisarlas sin descanso, eliminar cualquier falta o error, descartar capítulos aburridos, reconstruir trozos de textos mal redactados que no conseguían en pocas palabras y usando un vocabulario simple narrar lo que yo quería, asegurar que cada capítulo aportase algo, que fuese interesante, especial, atractivo, que enganchara al lector de alguna manera atrapándolo sin remedio, que fuera único.


Pude releer cada novela unas cincuenta veces, puede que más, perdí la cuenta hace tiempo; pasé todo el verano de 2016 revisando cada relato una y otra vez, y más de lo mismo en los meses siguientes. Además, les añadía nuevas situaciones, quitaba las que no aportaban nada, y otra vez a revisar todo. Tenía que ser exactamente lo que yo quería que fuera, narrada de la forma más simple posible, y no debía contener errores.

Al final tuve casi que dejar de releerlas, o al menos no de forma tan minuciosa, porque siempre encontraba algo que cambiar, y parecía que las revisiones no terminaban nunca, eran eternas. Ser demasiado perfeccionista es un calvario, porque todo siempre parece mejorable.

Siendo honesto, realmente al principio nunca pensé en publicarlas, escribía solo para mí, para sentirlas yo mismo, porque no conseguía encontrar la novela perfecta. Pero, de forma natural, cuando ves que están genial, decides permitir a otras personas disfrutarlas también; es como si necesitases compartir algo tuyo muy bueno con los demás, como si te sintieses un egoísta si no lo hicieras. Era una sensación extraña.

Y cuando sentí que ya estaban acabadas, entonces me preocupé de darles el formato comercial estándar, empecé a pensar si quería publicarlas y dónde, y a informarme sobre cómo hacerlo. Soñaba con ese momento, verlas disponibles para cualquiera que quisiese disfrutarlas y sentirlas tanto como yo lo hago cuando las releo una y otra vez, no me canso de leerlas.

Aunque en ese momento pensaba que escribir era lo más arduo, con el tiempo me di cuenta de que no era así: escribir era un placer realmente, la pesadilla vendría después.

Tenía claro que quería publicarlas antes de que acabara el 2016 como homenaje a una persona a la que quise mucho y ya no está; quería que ese año marcara mis novelas de por vida para que nunca se me olvidase ese fatídico año. El tiempo me comía vivo, casi se me echaba encima.


Título, sinopsis y portada.

Una novela es como cualquier otro producto, no basta con que sea buena, además debe parecerlo: debe cuidarse mucho la portada, el título y la sinopsis, son el primer reclamo para los posibles lectores. Si no la descubren, jamás podrán disfrutarla.


Ahora me quedaba pensar en el título perfecto y una sinopsis sencilla pero cautivadora para cada una. Algo que parece fácil, ¿verdad? Pues no lo es, y eso también me llevó mucho tiempo. Títulos cortos pero que describiesen lo esencial de cada novela en pocas palabras, que tengan personalidad propia. Sinopsis que resumiesen lo más importante de la novela sin dar demasiados detalles, consiguiendo dejar al lector ansioso de saber más sobre ella, que tiene que desear leerla porque se quedó con unas ganas terribles de descubrir todos sus secretos...

Tras varias vueltas conseguí decidirme por dos títulos y dos sinopsis. Fue un suplicio porque las revisaba sin parar, una y otra vez, hasta que encontré las versiones finales, que me parecieron ya definitivas porque en mi opinión definían exactamente lo que contenían las novelas, ni más ni menos.

Y ahora tenía que emplear tiempo en diseñar las portadas (archivo adjunto al de la novela). Tuve que aprender un poco de diseño gráfico para poder hacerlas yo mismo (es el precio de intentar ser tan independiente). Me costó mucho simplemente pensar qué quería que mostraran, lo que más, no es tarea fácil y tenían que ser perfectas: es lo primero que ve el lector sobre la novela, y una imagen vale más que mil palabras, dicen.

Lo que yo hago es intentar plasmar la idea principal de la novela en una simple imagen, y lo hago con bolígrafo y papel, dibujo propuestas; hasta que encuentro una que me gusta, una representación gráfica que refleja toda una novela en una sola ilustración. Esa sería la correcta.


No es aconsejable poner una portada impactante que no es imagen fiel del contenido principal de la novela, al igual que un título o una sinopsis engañosa para enganchar al lector a nivel comercial. Porque los lectores se sentirán defraudados, lo reflejarán en sus valoraciones y comentarios, y eso hundirá la obra. La portada debe mostrar lo que hay dentro fielmente, y debe conseguir que el lector que espera ese tipo de contenido piense: "esto es exactamente lo que yo andaba buscando".

El tiempo del lector es valioso, y es por esto que todo gira en torno a orientarle sobre lo que hay tras la portada, con claridad y transparencia, para que si decide darle una oportunidad a una de mis novelas sea porque realmente es lo que busca. Y es que yo soy el primero que me decepciono cuando empiezo a leer algo que creo que es una cosa y al final es otra, especialmente cuando mi error lo provocó una mala orientación en la portada, sinopsis o comentario del autor.

Es importante que ningún lector salga defraudado en su búsqueda, y solo le dará una oportunidad al contenido de tu producto si le convence su envoltorio: la imagen, su título y la sinopsis.


ISBN, depósito legal y registro de la propiedad intelectual.

Leí en algún sitio que, por ley, los libros electrónicos no necesitan ni ISBN ni depósito legal, aunque si alguien confirma este dato me quedaría más tranquilo, porque de esto solo leí rumores sin ninguna base legal que apoyara ese argumento; y además tampoco necesitan registrarse en el Registro de la Propiedad Intelectual ni en Safe Creative, es opcional, ya que "una obra pertenece completamente a un autor desde el momento de su creación y por el simple hecho de crearla", siendo automáticamente el propietario de todos sus derechos.

Al final decidí registrarlas a mi nombre en el Registro de la Propiedad Intelectual; realmente no es necesario porque al publicarlas ya marcas una fecha para ese contenido, siendo prueba suficiente para demostrar que es tuyo, pero casi todos los escritores recomiendan registrar las obras para reforzar más la autoría y hacer todo el proceso de denuncia de copia o plagio más fácil y rápido. El registro fue más sencillo de lo que pensaba, pude hacer todo el trámite desde mi propia casa, de forma telemática, usando un certificado digital y pagando con tarjeta a través de internet.

Lo del ISBN lo dejé para más adelante, y lo del depósito legal simplemente lo descarté. Por cierto, cada formato de la misma novela debe tener un ISBN distinto, es decir, no es el mismo el de la novela impresa en papel que el de la novela en formato de libro electrónico (archivo epub).


Elegir la tienda on-line perfecta donde publicar mis novelas.

En su momento, casi al principio de todo, decidí tras mucho pensarlo que serían gratuitas para que alcanzaran la máxima difusión, eso lo tenía claro. Tras informarme, descubrí que Amazon era el escaparate más grande para publicar novelas electrónicas, y además daba la opción a los autores a permitir que se pudiesen comprar copias impresas a petición, lo cual era increíblemente atractivo. Como además vi que tenía novelas a cero euros descargables desde su tienda on-line, pensé que era la opción perfecta.

Tuve que remaquetar mis dos novelas de punta a punta, cosa que me llevó muchos días, para que la conversión al formato Kindle de Amazon (extensión "mobi") fuese perfecta. Siguiendo escrupulosamente las directrices de las guías de cómo preparar un documento para que su conversor on-line obtuviese el formato requerido automáticamente, ya conseguí obtener mis dos relatos como archivos mobi, listos para ser disfrutados, comprobando además que se leían genial en el lector de novelas electrónicas de Amazon. Por fin le vi la cara a mis criaturas, y eran preciosas.

Cuando me di de alta en Amazon, en la parte de publicar una novela (KDP: Kindle Direct Publishing), tuve que dar muchísimos datos personales y fiscales, algunos algo confusos en nuestro país, no estaban bien explicados. Les subí mis novelas, estaba muy nervioso mientras lo hacía, era emocionante, hasta que surgió otro problema que no esperaba que me partió en dos: Amazon me obligaba a poner al menos un precio de 0,99 dólares como mínimo, no me dejaba publicar mis novelas gratuitas. El mundo se me cayó encima, fue un mazazo que me hizo sentir fatal. Tantas ilusiones y tanto tiempo empleado para nada... Abandoné la idea de publicar en esta plataforma de inmediato.

Me refugié en la red, y aprendí leyendo rumores cómo muchos escritores conseguían publicar gratis en Amazon. Según parece publicaban a 0,99 dólares, pero además publicaban en otra plataforma que sí permitiera ponerlas a 0 euros, y según una política de Amazon, si existe un precio menor para el mismo producto en otra tienda web ellos automáticamente lo igualaban en pocos días, y así conseguían publicar gratis en Amazon.
  • Un procedimiento muy rebuscado para mi gusto, deberían permitirlo sin tener que hacer esas florituras. Desgraciadamente, leí además por la web que eso ya no se hacía más, que Amazon ya no publicaba más novelas gratis, ni siquiera con ese truco, desde hacía un año más o menos. Además, eran solo rumores, es decir, podrían ser ciertos o no, pero es que no encontraba información oficial al respecto en Amazon, todo era un caos, un desastre. Mi suerte no mejoraba, empeoraba, y mi frustración crecía de manera exponencial.


La alternativa, un acierto.

Busqué directamente un sitio web especializado que me permitiera elegir el precio que yo quisiera para mis novelas, que me respetara en ese sentido, y tras mucho buscar lo encontré. Era la página web de Smashwords, una empresa distribuidora de novelas electrónicas de Estados Unidos que permitía casi plena libertad a los autores. Todo era muy fácil allí, de hecho, pude publicar mis novelas gratuitamente, y sin haberlas formateado siquiera completamente según sus directrices, aunque se me mostraban mensajes desde su propia web informándome que debía cambiar algunos detalles en el documento original que no estaban correctos. Y todo desde el primer día que me di de alta en su web, yo estaba como loco de contento. Fue un momento memorable para mí, me ganaron desde el primer momento.
Ellos entienden lo importante que es para un escritor colocar sus novelas en internet descargables, saben que un autor, desde que escribe su primera línea de texto, sueña con ver publicadas sus novelas; y te dejan hacerlo desde el primer día, incluso aunque las novelas no estén completamente terminadas en formato (maquetadas) y no hayan pasado totalmente sus controles de calidad, seguramente para permitir a lectores beta de todo el mundo revisar las publicaciones. Son geniales, saben muy bien con quiénes trabajan.

Las FAQ de Smashwords son muy completas, resolví muchas dudas en ellas; son muy prácticas y simples, van al grano, conocen los problemas habituales de los escritores que empiezan como yo. Las que no pude resolver allí las formulé a través de email directamente a su servicio de soporte, y me contestaron muy rápidamente y de manera efectiva y cordial, son muy profesionales.

En Amazon no encontré las respuestas que buscaba, ni conseguí contactar con su servicio de soporte, fue una gran decepción; sus FAQ eran muy frías e incompletas, no me sentí respaldado. Lo poco que averigüé fue en webs externas de escritores independientes que comentaban sus experiencias en Amazon. Deberían cuidar ese tema más: los escritores son creativos que emplearon mucho tiempo y esfuerzo en sus obras y necesitan que se les mime, el mundo de la escritura ya es de por sí muy duro y competitivo como para que además se les complique la existencia durante el proceso de publicación, siendo ellos los que producen las novelas que les generan beneficios y les dan mayor difusión a su plataforma de venta. Deberían estar mejor atendidos.

Desde Smashwords se recomendaban tres guías gratuitas excelentes para aprender a escribir, maquetar, diseñar, publicar y promocionar los libros: son de lectura casi obligada para poder sacarle el máximo partido a la autopublicación de novelas, aprendí mucho en sus páginas. Mark Coker, su autor y fundador de Smashwords, es un verdadero experto en el tema, sabe de qué habla, y sabe cómo decirlo para que se entienda bien. De forma práctica y sencilla comparte sus experiencias y su conocimiento en el difícil mundo de los autores indie, y lo conoce bien porque él mismo es uno de ellos. Admiro su trabajo y la pasión que pone en sus escritos y conferencias, es un ejemplo a seguir.

Tras leer esos tutoriales, conseguí la motivación que necesitaba para seguir adelante, para formatear correctamente mis novelas, para que se vieran de una manera muy profesional; y aprendí cómo debo publicarlas y promocionarlas en la red. Sus consejos escritos, fruto de la experiencia de muchos autores que compartieron sus inquietudes sobre esta aventura, no tienen precio.


La publicación definitiva.

Siguiendo las guías recomendadas, pude publicar la versión definitiva de mis novelas en el formato más habitual y estándar de libros electrónicos, el formato epub. Y quedaron perfectas, era todo un placer ojearlas en los lectores de ebooks. Además, los chicos de Smashwords le asignaron un ISBN a cada una de manera gratuita para su versión epub, todo un detallazo; y creé blogs como este y otras plataformas sociales en la web desde donde poder promocionarlas y compartir conocimientos con los posibles lectores interesados en los temas de mis dos primeras novelas (el acoso escolar y la vida virtual), como aconsejaban en las guías.

Sin duda no me arrepiento de haber decidido trabajar con el equipo de Smashwords, me parecen muy profesionales y conocen muy bien el mundo de la autopublicación de los autores indie. Además, son distribuidores que amplían mercados publicando las novelas que tienen en otras tiendas on-line (retailers) como Apple iBooks (51 países), Barnes & Noble, Kobo (que suministra a las librerías de varios otros minoristas como FNAC en Francia y WH Smith en el Reino Unido), OverDrive, Gardners, Baker & Taylor (Blio.com y la plataforma de la biblioteca Axis360), y otros más.



Incluso le envié una vez un email a Mark Coker con algunas observaciones personales sobre su web, aconsejándole algunos cambios, y curiosamente el mismo día que lo hice me respondió amablemente diciéndome que estaba de acuerdo con mis sugerencias, agradeciéndome mis comentarios. Ese mensaje de respuesta me hizo sentir genial.


La recompensa.

Ya puedo ver mis novelas publicadas, con su ISBN cada una para el formato epub, y descargables gratuitamente desde la web de Smashwords, justo lo que yo quería. Como autor puedo consultar las estadísticas de descargas y de visitas a las páginas de las novelas. Además, me ofrecieron una página para mi perfil de autor y me hicieron una entrevista para promocionarme..., y todo gratuito y de manera fácil y rápida. Aprendí mucho con ellos, eso es lo que más valoro, y me lo llevo calentito...


La promoción eterna de mis novelas gratuitas: la pesadilla continúa...

Ya están publicadas. Ahora llegó el infierno de la promoción que nunca acaba. Tenía que conseguir que mis novelas se expusieran lo máximo posible, que a la gente le interesaran, que les apeteciera darles una oportunidad... Algo casi imposible a priori.

Y es que además el hábito lector con respecto a las novelas está cada vez más extinguido, como si fuese algo ya pasado de moda, parece que se ve como algo arcaico. Da la sensación de que lo que se lleva ahora es otra cosa, por eso hay infinidad de alternativas muy accesibles, innumerables competidores para pasar el rato, considerados los entretenimientos del futuro: una oferta televisiva muy diversa, de noticias en internet con diferentes temáticas, más las redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea... Todos mucho más sencillos de seguir porque requieren menos esfuerzo intelectual para entenderlos.



En una película te lo dan todo hecho, la carga audiovisual es alta, apenas hay que imaginar nada o presuponer nada, dejan poco a la habilidad del consumidor; sabes cómo son exactamente los protagonistas, sus miradas, su ropa, su entorno, lo que percibe... Mientras que, en una novela, donde las descripciones no son exhaustivas a propósito, el lector debe completarlas en su mente a su medida, y eso requiere de una mente sin estrés, descansada, entrenada, preparada para esa inmersión literaria y creativa. Muchos me dicen que no tienen tiempo para leer una novela, o que están demasiado cansados para leer algo, prefieren algo más sencillo de seguir y rápido. Es una lucha desigual.

Como ya he comentado, pensé en su momento en la posibilidad de sacrificarla económicamente (ponerla a cero euros) para que al menos tuviese la máxima difusión, sentí que podría ser buena idea, pero incluso hay gente que piensa que las novelas gratuitas lo son porque deben ser de baja calidad. ¡Puf! Es casi imposible acertar... Decidí que dejaría de pensar en eso en aquel momento, necesitaba motivación en cantidades industriales y ese pensamiento no me ayudaba en nada.

Los escritores que empezamos en esto siempre intentamos poner portadas llamativas, títulos intrigantes, sinopsis que inciten a leer la novela, abrimos blogs y comentamos y participamos en foros especializados según la temática de nuestras obras para darnos a conocer, para que los lectores conozcan nuestra capacidad de expresión y nuestro conocimiento en esos temas, nuestra pasión por la escritura..., y así quizás alguno pueda decidir darte una oportunidad... Mil cosas.

Pues casi nada funciona, es un poco frustrante, o quizás mucho. Escribir novelas, si no tienes un nombre famoso, si no eres una marca comercial que ya funcione con editoriales detrás bombardeando tu obra por todos los medios a su alcance, es una carrera de fondo, un mantenerte activo y no desfallecer, seguir promocionándote cada día del año, poco a poco, sin prisas pero sin pausa. Tu paciencia se pondrá a prueba, y empezarás a pensar a traición si perdiste el tiempo escribiendo lo que para ti era una de tus mayores ilusiones, una pasión preciosa y perfecta.

No me gusta que me vendan cosas, que llamen a mi puerta a cualquier hora para ofrecerme algo o que suene el teléfono para más de lo mismo, lo veo como una interrupción desagradable, porque cuando necesito algo salgo a buscarlo yo mismo. Creo que a la mayoría no les gusta que les aborden de esa manera. Es por esto que siempre he evitado el ofrecer mis novelas a la gente de una manera tan directa, porque pienso que no funciona y que incluso resulta violento. No intentes obligar a alguien a leerte, porque no lo hará, y además estarás cerrando la puerta definitivamente con esa persona. Yo prefiero ser más sutil: no ofrecer, pero darle la oportunidad al otro de pedírtelo él.
  • Por ejemplo, si escribes una novela sobre videojuegos, entra en foros de aficionados y comenta tus impresiones, que conozcan tu sabiduría sobre el tema, tu habilidad, dales consejos... O si escribes algo sobre acoso escolar, pues lo mismo. Y así con cualquier tema sobre el que te hayas documentado con rigor para escribir la novela y puedas aportar algo positivo en algún colectivo. De forma natural, los más interesados te pedirán el enlace a tu novela sin que hayas tenido que ofrecérselo tú; además, serán los más fieles lectores y ellos mismos te promocionarán tu novela, porque es el colectivo adecuado para ella.
  • Ofrecer una novela al colectivo equivocado es sin duda un error, porque las novelas son algo muy personal, como los perfumes o la ropa, cada uno tiene su propia preferencia. Y lo que para unos puede ser muy interesante y bueno, para otros puede ser aburrido y de baja calidad, incluso insoportable. Ninguno tiene la verdad absoluta, simplemente se tienen gustos distintos, todos igual de respetables.


La ilusión y la pasión por escribir.

Esto sería el diario de un escritor que empieza en el cruel, despiadado y supercompetitivo mundo de la escritura de novelas. Es por esto que la gran mayoría de los escritores indie nos movemos más por la ilusión y la pasión por escribir y contar historias que por otra cosa.

Seguramente muchos ya habrán entendido por qué tantos autores nuevos abandonan en su primer intento, cuando desde un principio todos fantaseábamos con que nuestras obras se convirtiesen en fenómenos virales y se disparase el interés por leerlas a nivel mundial. Eso sería un sueño hecho realidad para cualquiera de nosotros, más utópico que otra cosa, quizás demasiado perfecto para ser verdad.

Ser "escritor independiente" además implica hacer todo el trabajo: controlar todo el proceso de creación del texto, maquetación, diseño gráfico, publicación, difusión y distribución/venta de sus obras, decidiendo dónde, cuándo, cómo y a cuánto se ofrecerán, sin intervención en ningún momento de ninguna editorial. Por lo que nunca se ceden derechos ni el control de la obra a nadie, aunque opcionalmente podrían contratarse los servicios externos de profesionales como diseñadores gráficos de portadas e ilustraciones, expertos en corrección de textos, de promoción de la obra... El autor está solo, y todo corre por su cuenta y riesgo.

Espero que estas experiencias tan personales de mi vida os hayan servido de alguna manera. Fue un verdadero placer compartirlas con vosotros, sin duda.



Gracias por seguir leyéndome. Sed felices, sed buenos, sed apasionados y buena suerte. Un saludo cordial.

J. J. García Cózar

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Algunas notas adicionales:

Por favor, si leíste esta entrada de mi blog, te agradecería que añadieses un comentario al final de la página expresando lo que te pareció, sinceramente, con honestidad. Es importante para mí aprender de mis errores si detectaste alguno, o si crees que debería añadir o quitar algo, o si no te pareció interesante, o lo que sea... Muchas gracias de antemano por tu tiempo y tu atención.

Espero que te haya gustado la historia de mi carrera como escritor. Iré actualizándola conforme la vaya... "viviendo" dijo el autor mientras esbozaba una sonrisa amable y divertida que expresaba lo orgulloso que se sentía al terminar esta entrada tan... personal.





ALGUNAS CITAS QUE PUBLIQUÉ EN OTROS FOROS (Google+, Twitter, Facebook, ...):

Cita 1: Si tienes un sueño, persíguelo, que nunca puedas pensar "ni siquiera lo intenté".

Cita 2: Si quieres soñar y vivir experiencias increíbles en mundos imaginarios y fascinantes, abre una novela, y de vez en cuando, cuando te apetezca, dale una oportunidad a algún escritor que empieza, porque detrás de cada uno de ellos hay muchas ilusiones muy poderosas que vuelcan completamente en cada obra que realizan. Hay muchas mentes maravillosas por descubrir, no permitas que abandonen.

Cita 3: ¿Seguimos las tendencias lectoras o las nuestras propias? Démosle una oportunidad a los nuevos autores que empiezan, a los desconocidos e ignorados; hay gente extraordinaria y muy creativa que lucha muy duro por conseguir un solo lector, haciendo lo que sea, incluso renuncian a ganar un solo céntimo. No sigamos la tendencia que nos marcan otros, seamos rompedores, punteros, seamos nosotros, no seamos ellos, marquemos nosotros nuestra propia tendencia.

Cita 4: No hay nada más gratificante para un autor de novelas gratuitas que el comentario halagador de un desconocido alabando su trabajo y animándolo a continuar.

Cita 5: Una novela es como cualquier otro producto, no basta con que sea buena, además debe parecerlo: cuida tu portada, tu título y tu sinopsis, son el primer reclamo para tus posibles lectores. Si no la descubren, jamás podrán disfrutarla.

Cita 6: Es importante, cuando se adquiere y se lee la novela de un autor, volver a la web desde donde se adquirió y comentarla sinceramente según la impresión personal que nos causó, además de calificarla con una nota honesta que describa numéricamente la satisfacción del lector.

Cita 7: Si eres lector, seguro que hay una novela que te marcó de alguna manera, que acarició tu alma, una novela que sentiste como la tuya por encima de cualquier otra. ¿Verdad? Un escritor de novelas es el que disfruta escribiendo sueños en ellas; mientras que un lector de novelas es el que disfruta leyéndolas y soñándolas, sintiéndolas suyas. Regalar una novela es regalar un sueño.

Cita 8: Con palabras sencillas y talento podría describirse cualquier cosa, narrarse cualquier relato, y hacer sentir al lector lo imposible.

Cita 9: A leer, como a amar, no se puede obligar. Predica con el ejemplo, lee a su lado, quizás así la otra persona se interese por sí misma. Los escritores escribimos para que la gente disfrute leyendo, no para que se quemen haciéndolo.
  • Cita basada en una de Jorge Luis Borges que dice: "El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta 'el modo imperativo'. Yo siempre les aconsejé a mis estudiantes que si un libro los aburre lo dejen; que no lo lean porque es famoso, que no lean un libro porque es moderno, que no lean un libro porque es antiguo. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz".
Cita 10: Otra interpretación de la anterior cita podría ser: Lee lo que te apetezca, cuando y como te resulte más agradable, sin prisas, pero lee algo alguna vez. Es un ejercicio intelectual extraordinario que se está perdiendo en favor de los contenidos multimedia, más modernos, completos y espectaculares por su sonido e imagen, y también más cómodos de consumir (no requieren de una cierta concentración y predisposición para disfrutarlos).


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Las 3 guías gratuitas imprescindibles para un autor independiente. Muchas de las ideas de este blog provienen de esas magníficas publicaciones:

https://www.smashwords.com/books/view/116782 (Guía de Estilo de Smashwords)
https://www.smashwords.com/books/view/362203 (Guía de Smashwords para la Mercadotecnia de Libros)
https://www.smashwords.com/books/view/145431 (The Secrets to Ebook Publishing Success) - Este documento no está disponible en español, solo en inglés.



Y llegó la tercera...


En agosto de 2018 publiqué una nueva novela, sigo vivo y al pie del cañón. Resisto. Y ya tengo a tres de mis criaturas rulando por las calles. La familia crece.


Y llegó la cuarta...


En enero de 2020 publiqué mi cuarta novela electrónica gratuita.


9 comentarios:

  1. Da gusto leer a un autor cuando se muestra, cuando comparte sus preocupaciones, sus ilusiones, sus desvelos. Reconforta comprobar esta "rareza" que es escribir, que esa sensación de "bicho raro" es compartida por otros. En mi caso, publiqué en Amazon y la verdad no tuve problemas, si acaso a la hora de subir la versión en papel puesto que la plataforma de Createspace está en inglés, pero afortunadamente existen vídeos en Youtube muy gráficos. Solo tuve un problema con el acento de Sánchez. En Createspace no me dejaba ponerlo y cuando subí las dos versiones, digital y papel, me las separó. Lo comenté a Amazon y me lo solucionaron en menos de una hora. De todas formas, probaré con Smashwords en el futuro. Yo también diseñé la portada del libro, busqué los requisitos de PPP y demás, era un poco lioso hasta que dí con un programa gratuito fantástico. De todas formas, no creo que la portada sea algo que defina una compra. De hecho, apenas recuerdo ninguna de los que he comprado. Por lo que a mi respecta me conformo con que el título y el autor se lean bien. Es más, soy hasta reacio cuando veo portadas despampanantes, me da que pensar que un envoltorio muy aparente puede esconder una mala novela. Las tuyas me parecen perfectas: sobrias, en blanco y negro, con títulos visibles. En mi caso llegué a hacer hasta un booktrailer!
    Gracias por compartir tu experiencia y sigue escribiendo, es el único camino. Añado tu blog a mi lista de favoritos. Saludos!

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    1. Gracias, David, por leer y comentar esta entrada en mi blog. Cumpliste tu palabra, y además hiciste un comentario magnífico, detallado, y añadiste información valiosa que enriquece mi crónica. Acabas de ganar un seguidor...

      Me siento escritor, no publicista, pero en este mundillo donde hay una oferta tan brutal de libros electrónicos y una demanda tan frágil de ellos, casi que uno se ve obligado a afinar en el marketing, imagen, etc...

      Ponte en el lugar del lector, te apetece leer una novela, pongamos de terror, pulsas en categoría "Horror" y salen el ciento y la madre. Solo tienes como referencias la portada y el título, porque si entras en sinopsis casi que no te da tiempo a revisar ni la décima parte de la oferta que tienes ante tus ojos... Solo ojeas la sinopsis de las que primero te han entrado por los ojos, las demás simplemente las ignoras, son demasiadas.

      ¿Cuál crees que elegiría el típico lector? Porque las estadísticas apuntan con fuerza a que la portada y el título son lo que más atrae hacia una novela, es lo que primero ve el lector, después la sinopsis, y casi ninguno mira el autor. El autor solo lo miran cuando han fracasado varias veces guiándose solo por los ojos o lo conocen de novelas anteriores que les gustaron mucho.

      En Smashwords contaron el caso de una escritora que apenas vendía novelas, y eso que era realmente buena en el género romántico, simplemente cambió la portada a otra más sugerente y llamativa, y las ventas se dispararon, casi viral.

      Hasta tenemos que hacer diseños gráficos de calidad y muy comerciales... Lo que sea por ganar un lector que por fin nos pueda descubrir ante tanta oferta, siendo nosotros unos desconocidos para ellos.

      Gracias de nuevo por participar en esta entrada de mi blog. Cuídate mucho, y mucha suerte en tu faceta de escritor, compañero.

      J. J. García Cózar

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  2. Me parece interesante tus explicaciones de como has editado tus novelas. Yo tengo una escrita en mi blog. Creo que por las estadísticas que tengo entró mucha gente a leerlas o por lo menos a darle al +1. Comentarios tengo pocos pero muy fieles. Cuando comencé a publicar la novela que ya la tenía bastante adelantada peor sin terminar, publicarla en el blog me obligó pa terminarla y hacer un final. Mientras una editorial nueva en España se interesó por mis escritos y me propuso publicar la novela. Lo comenté a mi hijo, mi marido y un profesor que estuvo implicado en corregir y dirigir en un principio mis novela. A ellos les pareció bien y me animaron a que aceptara. Mi hijo entró en la web de la editorial y sospechoso de que esa web no tenía contenido me dijo que no la enviara que no le daba confianza. Yo la quería sacar para fin de año, pero también quería diseñar la portada por lo que no me dió tiempo. Ahora la tiene mi hijo para formatearla y darle forma de novela y tenemos la intención de publicarla en Amazon. Quiero que salga para abril para la feria del libro. Espero que sea posible. Por lo demás como dices la corrijo mas de una vez y siempre encuentro algunos errores. Incluso ya quiero hasta cambiar los nombres de los protagonistas. Vamos a ver cómo lo hago para que todo esté listo. Los nervios y las dudas me corroen y pienso si una vez que la publique tenga éxito, o no y que no la lea nadie. Por esto no me considero escritora sólo me gusta jugar con las letras. Un abrazo

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  3. Perdona alguna errata, el comentario lo mandé sin leerlo y se me escapó algún error. Espero que lo puedas entender. Un saludo

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    1. Hola, Mamen. Gracias por leer mi crónica, me hizo mucha ilusión. Y leyendo tu comentario no paraba de sonreír, porque me veía identificado en lo que leía.

      Uno no sabe realmente lo que es hasta que no se mete de lleno en todo el fregado. Y por lo que veo, estás muy decidida, y eso me encanta. Lo difícil ya lo tienes hecho, que es una novela terminada, y además cuentas con el apoyo de tu gente, algo valiosísimo. Solo te quedan los últimos retoques y a publicar. No tengas miedo a nada, ni prisas... tómate tu tiempo, el que necesites. Pero sobre todo, y por encima de cualquier cosa, disfrútalo...

      Te animo a seguir adelante con tu proyecto, y... quién sabe, puede que algún día te vea en alguna lista de best-sellers; así, yo podré alardear diciendo: ¡Hey, a esa escritora la conozco yo! ¡Es Mamen! ¡He leído algunos de sus relatos! Persigue tu sueño.

      Un saludo cordial, mucha suerte en ese proyecto tan bonito, y no dejes de escribir y soñar.

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  4. Disculpa por haberme retrasado tanto en venir hasta aquí. Hace rato que tenía ganas de pasar a leer esta entrada que hace un par de meses atrás recomendabas en un comentario del blog de David. Cuando lo leí allí me prometí venir a leerte y no me has defraudado, realmente haces una detallada exposición acerca de los avatares que has tenido que atravesar para poder lograr que tus novelas estuviesen dispuestas para tus lectores del modo en que buscabas.
    Es muy interesante lo que dices acerca de tus peripecias y tu llegada final a Smashwords, más allá de la plataforma que cada uno piense o elija para su publicación, porque lo haces de manera clara y con el único objeto de ser útil a los compañeros que se encuentran ahora en la situación que tú te encontrabas.
    Eso habla muy bien de tu generosidad y van mis felicitaciones por ello.
    J.J. admiro, realmente, el tiempo que te tomas para comentar y con la altura que lo haces. Otro motivo para felicitarte.
    Te agradezco toda la información que has puesto aquí, me ha sido útil en extremo.
    Te mando un abrazo
    Ariel

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    1. Muchas gracias a ti, R. Ariel. Eres una persona muy agradecida, y de gran sensibilidad, como pude apreciar en otros comentarios tuyos en blogs de amigos escritores.

      Me alegra mucho que te haya gustado mi breve aventura por el apasionante mundo de la escritura de novelas gratuitas, precioso y muy gratificante, aunque también cruel y frustrante en ciertos momentos.

      Espero que mi experiencia te haya servido para conocer un poco sobre lo que tuve que pasar hasta encontrar mi sitio, como probablemente le pasó a muchos otros novatos en esto, como lo era yo. Pero recuerda que mi caso es muy particular, especialmente por querer poner mis novelas gratuitas; que de no ser así, probablemente estarían expuestas en Amazon, como hace casi todo el mundo, y me habría ahorrado muchos disgustos.

      Encantado como siempre de leer tus comentarios, tan cordiales y sentidos; se nota que eres una gran persona. Recibe de mi parte un saludo cordial, y los mejores deseos de buenas lecturas y apasionantes escrituras. Un abrazo, compañero.

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  5. Hola compañero
    Te encontré. Bueno, tampoco era tan difícil, ja, ja. Y lo primero que he hecho es, aparte de echar un vistazo rápido a tu blog, es fijarme en lo extenso de tu apartado personal (es algo poco habitual, me parece a mí) Así que es a donde primero me he ido. Gran rato de lectura del que he disfrutado, sobre todo porque he visto a una persona apasionada, honesta e inteligente. Suficientes razones, aparte de la palpable solvencia técnica como para crear buenos textos, para quedarme por aquí.
    Comprendo y comparto todo lo que cuentas sobre la creación de tus novelas (incluso la parte en la que cuentas que te hubiese gustado que personas a las que querías hubiesen compartido tu logro personal), el proceso de publicación, de promoción y todo ello. Yo, aparte de unos cuantos proyectos guardados en el cajón, tengo mi blog como desahogo y te digo algo que creo que comprendes perfectamente: no te trae ese sueño que todos tenemos (para que negarlo) de ver publicada y leída tu obra en treinta idiomas... Pero da muchísimas satisfacciones. Una de ella, es compartir tus escritos con gente que los aprecia por lo que son, porque son gente que también escribe, y sus opiniones, sus valoraciones, sugerencias y cariño, ya hacen de la labor de publicar para ellos lo más gratificante del mundo. Tú también sabes como yo, que uno no se mueve en ambientes o tertulias donde tus novelas, relatos y demás son apreciados más allá de "¡Anda, escribes novelas, qué interesante, a ver si me dejas alto tuyo para que me lo lea un día!" y todo se queda ahí.
    Por eso, creo sinceramente que aquí es donde mejor estamos. Y si publicamos algo para todo el público y tiene éxito, algo más que celebrar.
    No creo que seas una persona que se rinde fácilmente. Así que, adelante, compañero. Sin desfallecer.
    Ahora, apuntaré tu blog para leer más cosas según vaya teniendo tiempo (ya sabes que es un bien preciado, mira qué hora es y yo todavía levantado... Mañana estoy en pie a las cinco y media de la mañana)
    Nos leemos. Un abrazo compañero

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    1. Hola, Isidoro, encantado de tenerte por estos lares perdidos de la red.

      Los proyectos guardados en el cajón son promesas de futuro; ni te imaginas el tiempo que llevaba madurando mis novelas antes de escribir la primera línea de cada una de ellas. Simplemente déjalos ahí, que saldrán cuando llegue el momento, ni antes ni después.

      Me has hecho reírme con la típica frase del amigo que te pide referencias de lo que escribes por cumplir, pero que ni piensa leerla, solo lo hace por quedar bien. En mi caso, también existe la figura del que sí que la lee, y conversando con él se ve que le ha gustado mucho, pero luego me dice que aún tiene pendiente el comentario en la página de descarga de Smashwords, que lo hará en breve...; pero no lo hace, y pasan los meses... En cualquier caso, lo intentan, y eso ya es de agradecer, porque tener una pasión que no se puede compartir de alguna manera con los demás, es muy frustrante.

      Realmente, los escritores que empezamos, nos sentimos muy a gusto siguiéndonos unos a otros en la redes, leyéndonos, aprendiendo unos de otros, y eso es genial. Rodearse de gente con similares aficiones es muy reconfortante.

      ¡Ja, ja, ja! Ayer acabé tardísimo también, ahora muy volcado en mi nueva novela, o proyecto, porque aún no sé si será novela o acabará en la basura... Todavía le estoy dando forma, es aún algo por modelar en su estructura más básica. Aunque tampoco me gusta emplear todo mi tiempo en ella, hay que desconectar de vez en cuando o satura; y es cuando entro en las redes a leer a amigos escritores, y compartir con ellos comentarios y buenos ratillos. De hecho, dejé a medias un trozo de escrito sobre la comunidad de escritores en la red, a ver si también lo termino algún día.

      Gracias, Isidoro, de nuevo, por tu visita y tus amables palabras, y es que estas cosas animan mucho a continuar. Un saludo cordial y buena lectura.

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